Amigas!
Si bien ya he publicado entradas de cine, no le he definido hasta hoy
un nombre al espacio.
Pero como verán, todo llega!!
En éste caso quiero comentarles sobre una hermosa peli que tarde algún
tiempo en ver, pero que realmente amé cuando la vi.
Las horas.
Las horas es un drama que data de 2002, es una adaptación de la novela que lleva el mismo nombre, escrita por Michel Cunninham y dirigida por Stephen Daldry, candidato al Oscar por este film (anteriormente por Billy Elliot-1998- y posteriormente por El lector-2008), en donde se retrata la vida de tres mujeres, de tres épocas distintas durante un día entero.
Nicole Kidman, encarna a una Virgina Wolf, ensimismada en la escritura de su novela Mrs. Dalloway en 1923. El reparto sigue de manera excepcional, Julianne Moore encarna a un ama de casa desconforme durante los años 50, que lee el libro de Virgina Wolf.
La sigue la increíble Meryl Streep que da vida a una editora gay que cuida de su amigo homosexual enfermo de sida, el cual es representado por Ed Harris.
Las horas esta construida sobre las mismas bases que fue escrita Mrs. Dalloway por Virginia Wolf. Los personajes en el film, son narrados desde una mirada tan introspectiva que además de desnudarse emocionalmente ante nosotros, nos dan una visión de la realidad del momento social en el que cada uno vive y se desenvuelve. Por su parte Wolf (Nicole Kidman), está en la etapa más crítica de su vida en dónde sus problemas de salud y de incomprensión con su marido dan muestras de cómo ella percibía esa realidad social de los años 20 en la cual no terminaba nunca de encajar.
Laura Brown (Julianne Moore), es para mí el personaje más entrañable, conflictivo y si se quiere en el que más podemos notar la incidencia de la cultura del American way of life de los años 50, de manera tal que el personaje se ve sumido en una realidad tan por fuera de sí que la veremos decaer con el correr del film. Clarissa Vaughan, es (además de un guiño del escritor de la novela Clarissa es el nombre del personaje principal de Mrs. Dalloway), el personaje que le dará vida a esa Mrs. Dalloway contemporánea, cuestionadora de su realidad y vínculos, conflictuada con su amor hacía su amigo que muere.
El flujo de conciencia utilizado (recurso literario en donde la percepción y pensamiento de los personajes son más importantes que las acciones), nos entrega una película íntima, delicada, conmovedora y removedora. La vida y la muerte, el amor, la locura y la cordura, lo correcto y lo incorrecto, será enmarañado, cuestionado, revolucionado por los personajes de este largometraje al punto de cuestionarnos a nosotros mismos el valor verdadero de la vida, los objetivos, los porqués.
Una película para no perderse, una película para ver más de una vez y buscarle esos pequeños detalles que se le encuentran a los buenos films cuando los revemos.
Besos azules.
Ailén
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Es bueno saber que estas del otro lado, para eso trabajo con gusto!