El paciente inglés
Las películas que les
traigo son películas ya estrenadas hace algún tiempo, pero que realmente no
habría que dejar de ver. Algunas pertenecen al circuito del cine independiente,
mientras que otras como esta, pertenecen al área comercial de Hollywood y su
influencia.
El paciente inglés, es una película del cine británico, dirigida
por Anthony Minghella, la cual ganó nueve estatuillas del Oscar, y 6 BAFTA.
Está ambientada en
tres períodos de tiempo, con recurrentes flashbacks, entre el periodo de la pre
guerra, la Segunda Guerra Mundial y la post guerra. László Almásy, es en verdad un cartógrafo
húngaro, interpretado por Ralph Fiennes, el cual es el paciente quemado, supuestamente inglés de Hana (Juliette
Binoche), en un monasterio italiano abandonado.
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| Fiennes-Binoche |
La historia es
narrada por el mismo Laszlo a su enfermera, su pasaje por Sahara para realizar
la cartografia del desierto, su amor prohibido con Katharine Clifton (Kirstin
Scott Thomas), esposa de Geoffrey, inversores del grupo de exploradores, sus
conexiones con la guerra, su postura frente al conflicto y la incidencia del
mismo en el devenir de su actual situación. David Caravaggio (Willem Defoe), un
ex operativo de inteligencia canadiense, llega al monasterio descubriendo parte
de la historia del paciente al tiempo que se va revelando la conexión entre
ellos.
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| Scott Thomas |
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| Fiennes |
El recurso del flashback, es
utilizado para ir y venir de la historia del paciente así como los demás
personajes que ya no aparecen en la narración actual. Una película humana, mas
allá de la guerra, un drama romántico, en el que prevalecen los magníficos
paisajes naturales , además de actuaciones memorables de Kirstin Scott Thomas,
Fiennes, y Binoche, donde los dos primeros estuvieron nominados al Oscar,
mientras Binoche, ganó el premio a mejor actriz de reparto por su
interpretación.
Una película con
aires a África mía y Lawrence de Arabia, con espíritus libres
de protagonistas, amores prohibidos, no correspondidos, paisajes excepcionales,
además de una fotografía inigualable y una notable banda sonora. Es de esas películas majestuosas y
cautivantes.
De esas que no hay
que dejar de ver.
Besos azules.
Ailén
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Es bueno saber que estas del otro lado, para eso trabajo con gusto!